Un domingo.

Llamarme como queráis, llamarme moñón, pero sigo creyendo y  seguiré creyendo en ese amor que supera cualquier adversidad, seguiré creyendo que existe la magia, seguiré creyendo que sí hay algo que dura eternamente. Aunque durante mucho tiempo se me pudiera quitar esa idea de la cabeza, aunque durante mucho tiempo no creí que pudiera ser, y estaba totalmente incrédula, y me sentía un poco deprimida, ahora sí puedo volver, a decir que lo sigo pensando, que sigo teniendo esa idea en la cabeza, y nada ni nadie me la va a  poder quitar por mucha "razón" que tenga. Porque nací así, y soy así, enamorada de todo, para siempre.